Y, si el Espíritu de Dios, que levantó a Cristo de entre los muertos, vive en ustedes, él también les dará vida a sus cuerpos muertos. Lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Dios tiene el poder para protegerlos. Él los cuidará para que no hagan lo malo. Así los presentará ante su gloriosa presencia sin pecado y con gran alegría.
La limpió para presentársela a sí mismo como una iglesia llena de gloria, sin mancha de pecado ni arruga de maldad. Pues quería una iglesia perfecta, santa y sin pecado.
Yo me preocupo mucho por ustedes, y eso es algo que Dios ha puesto en mi corazón. Lo que deseo es que ustedes sean de Cristo para siempre. Yo he prometido presentarlos a ustedes ante Cristo como una novia virgen y pura que se guarda para su único esposo.
Es por eso que hablamos de Cristo a todos, y les damos consejos y enseñamos con toda sabiduría. Lo hacemos para presentarlos delante de Dios como creyentes maduros gracias a Cristo.
Pero ahora Dios los ha reconciliado gracias a la muerte de Cristo, para presentarlos ante Dios santos, sin pecado y sin que nadie los acuse de nada malo.