Hasta el día de hoy, siempre que leen los libros de la Ley de Moisés, su mente tiene una barrera que no los deja comprender.
Sin embargo, hasta el día de hoy, su mente tiene una barrera que no los deja entender. Cada vez que leen el antiguo pacto, esa barrera les sigue impidiendo entender la verdad. Solo Cristo puede quitarles esa barrera.
Pero, cada vez que alguien cree en el Señor, esa barrera es quitada.