Pero tengo miedo de que la serpiente con su astucia los engañe, así como engañó a Eva. Temo que ustedes cambien de idea y rompan su compromiso puro y sincero con Cristo.
El dios de este mundo ha impedido que los que no creen entiendan esto. Lo hace para que no entiendan cuán maravilloso es el mensaje de Cristo, quien nos muestra cómo es Dios.
No se nieguen a tener relaciones sexuales el uno con el otro, a no ser de común acuerdo. Y esto, solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a tener relaciones nuevamente. Si no pueden dominar el deseo de tener relaciones, Satanás podría hacerlos caer en pecado.
Sé que allí en la iglesia de Tiatira hay algunos que no siguen esa enseñanza. Ni han aprendido lo que esa gente llama “los profundos secretos de Satanás”. A ellos, que no siguen esa enseñanza, les digo que ya no les doy ningún otro mandato.
A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.