Los hermanos en la fe de la iglesia donde estoy ahora les mandan saludos, pues sienten mucho aprecio por ustedes. A ellos también los eligió Dios como parte de su pueblo.
Saludos de parte de los que aquí en Babilonia creen en Cristo y han sido elegidos como ustedes. También reciban saludos de Marcos, quien es como un hijo para mí.