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Referencias Cruzadas

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2 Corintios 11:29

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando alguien se siente débil, ¿no comparto yo su debilidad? ¿Acaso no ardo de enojo cuando se hace pecar a otro?

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36 Referencias Cruzadas  

Entre los débiles en la fe vivo como ellos, para que estos crean. Me hice todo para todos, para salvar a algunos por todos los medios posibles.

Por lo tanto, si lo que como ocasiona la caída de mi hermano en la fe, no comeré carne jamás, para no hacerlo caer en pecado.

Sin embargo, tengo contra ti que soportas a Jezabel, esa mujer que dice ser profetisa. Con su enseñanza engaña a mis servidores. Los obliga a tener relaciones sexuales prohibidas y a comer alimentos sacrificados a los falsos dioses.

Conozco todo lo que haces, tu duro trabajo y cómo has permanecido fiel en medio del sufrimiento. Sé que no puedes soportar a los malvados. Sé que has examinado a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son; y has descubierto que son falsos.

Ayúdense unos a otros cuando tengan dificultades, y así cumplirán la ley de Cristo.

Pude ver que no actuaban correctamente, pues no era lo que enseñábamos con el mensaje de la buena noticia. Entonces le dije a Pedro delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los no judíos a practicar la religión judía?

De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes, fuertes. También oramos a Dios para que sean completamente fortalecidos.

¡Qué tontería! La semilla que uno siembra tiene que morir para que una planta cobre vida.

Si una de las partes sufre, las demás comparten su sufrimiento. Si una de ellas recibe trato especial, las demás se alegran con ella.

¿Acaso no tienen casas donde comer y beber? ¿O es que no respetan a la iglesia de Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Voy a felicitarlos por esto? ¡Claro que no!

Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.

Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.

Sus discípulos se acordaron de que las Escrituras dicen: «El celo por tu casa me consume».

Dichoso el que, viendo lo que hago, no deja de seguirme.

Sin embargo, tengan cuidado. Pues su libertad podría hacer que los que tienen un conocimiento débil de la fe dejen de creer.




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