El líder tiene la responsabilidad de cuidar el trabajo que Dios ha asignado a todos, y por eso debe ser alguien a quien nadie pueda acusar de nada malo. No debe ser orgulloso, ni enojarse con facilidad, ni borracho, ni violento, ni desear ganar dinero con engaños.
cuiden a la gente que Dios ha puesto bajo su cuidado. Cuídenla como el pastor cuida de su rebaño de ovejas. No lo hagan por obligación ni por dinero, sino con deseo de servir, como a Dios le agrada.
Yo, Juan, soy su hermano en la fe. Con ustedes comparto el sufrimiento, el reino y el seguir confiando en Jesús. Yo fui enviado a la isla de Patmos como castigo por anunciar el mensaje de Dios y hablar acerca de Jesús.
Dominados por el deseo de siempre tener más, estos maestros los engañarán para sacarles dinero. Desde hace mucho tiempo su castigo está preparado y los espera su destrucción.
A esos hay que taparles la boca, ya que están arruinando familias enteras al enseñar lo que no se debe. Hacen esto para obtener ganancias por medio del engaño.
Hermanos en la fe, también les rogamos que llamen la atención a los perezosos, denles ánimo a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos.
La gente estará llena de egoísmo y amará el dinero. Será gente que se cree importante, orgullosa y que ofende a Dios. Serán personas que no obedecerán a los padres, no darán gracias por nada ni respetarán a Dios.