1 Timoteo 2:3

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Para Dios nuestro Salvador esto es bueno y agradable,

Referencias Cruzadas

Hebreos 13:16

No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.

1 Timoteo 1:1

Te saluda Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús, quien nos da confianza en nuestra salvación.

1 Pedro 2:20

Porque nada hay de bueno en soportar maltratos por causa de un pecado. En cambio, si sufren por hacer el bien, eso merece alabanza delante de Dios.

Romanos 14:18

Si de esta manera sirven a Cristo, entonces Dios estará contento y la gente hablará bien de ustedes.

1 Pedro 2:5

él también los eligió como piedras vivas, con las cuales se está edificando ese templo espiritual. En ese templo ustedes llegan a ser sacerdotes elegidos por Dios, para ofrecer sacrificios espirituales, los cuales Dios acepta por medio de Jesucristo.

1 Tesalonicenses 4:1

Por lo demás, hermanos en la fe, les rogamos, en el nombre del Señor Jesús, que sigan mejorando su manera de vivir. Así harán lo que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están haciendo.

Colosenses 1:10

Así podrán vivir obedeciendo las enseñanzas del Señor, agradándole en todo. Podrán entonces hacer muchas obras de bondad y crecer en el conocimiento de Dios.

Lucas 1:47

Mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador,

Filipenses 1:11

Gracias a Jesucristo, ustedes podrán hacer lo bueno y correcto, para que todos den gloria y alabanza a Dios.

1 Timoteo 5:4

Pero, si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a cumplir sus obligaciones con su propia familia. Así como los padres y abuelos cuidaron de ellos, ahora ellos deben cuidar a sus viudas, porque eso agrada a Dios.

Filipenses 4:18

Ya he recibido todo lo que necesito y aún más. Ahora que he recibido lo que me enviaron por medio de Epafrodito, hasta me sobra. Lo que me enviaron es para Dios como una ofrenda perfumada, un sacrificio que Dios acepta con agrado.

2 Timoteo 1:9

Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa. Esa vida no la obtenemos por medio de nuestras propias acciones. Ha sido Dios quien decidió amarnos aunque no lo merecíamos, y nos dio esa vida. Decidió amarnos así por medio de Cristo Jesús aun antes de crear el universo.

1 Timoteo 4:10

En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra confianza en que el Dios viviente cumplirá sus promesas. Él es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.