No permito que la mujer enseñe al hombre y tenga autoridad sobre él. Debe mantenerse quieta y en silencio.
guarden las mujeres silencio, pues no les está permitido hablar. Que muestren respeto, como lo establece la Ley.
Que les enseñen a pensar bien las cosas, a ser santas, cuidadosas del hogar, bondadosas y obedientes de sus esposos. De esa manera nadie hablará mal del mensaje de Dios.