Él es el único Dios, el cual nos salvó por medio de nuestro Señor Jesucristo. A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, antes, ahora y para siempre. Amén.
Después de esto oí que en el cielo una inmensa cantidad de personas decían con fuerte voz: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios,
Le harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes. Con él estarán aquellos que por él han sido llamados. Son sus elegidos, los que siempre le han sido fieles».
Después oí las voces de una inmensa cantidad de personas. Era como el ruido de muchas aguas y como el retumbar de potentes truenos. Las voces decían: «¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.
Cantaban el himno de Moisés, servidor de Dios, y el himno del Cordero. Cantaban así: «Todo lo que haces es grande y maravilloso, Señor Dios Todopoderoso. Todo lo que haces es justo y correcto, Rey de las naciones.
diciendo: «¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la gratitud, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!».
Más bien, sean cristianos maduros que cada día conocen mejor al Señor y Salvador Jesucristo, y que cada día disfrutan más de su amor inmerecido. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.
Todo lo que Dios ha creado nos muestra quién es él aunque a él no lo veamos. La creación nos dice que él es Dios y que su poder no tiene fin. Así que la gente no puede alegar que no sabe quién es Dios.
»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.