Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Timoteo 1:15

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Este es el mensaje en el que todos deben confiar y aceptar: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

Ver Capítulo Copiar

41 Referencias Cruzadas  

Al oír esto, Jesús les contestó: ―No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

»Si alguno escucha mis palabras, pero no las obedece, no seré yo quien lo juzgue. No vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.

Pero a los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.

Pero ustedes saben que Jesucristo vino para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.

Anteriormente, yo ofendía a Dios, perseguía a los creyentes y los insultaba. Pero Dios fue bueno conmigo, porque en ese momento yo era incrédulo y actuaba por ignorancia.

Ni siquiera el Hijo del hombre vino para que le sirvieran, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Creo que soy el más insignificante de los apóstoles. Y ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”. Pues no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Por eso puede salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él. Y puede hacerlo porque vive para siempre, y nunca dejará de hablar a Dios en favor de ellos.

En este mensaje todos pueden confiar. Es un mensaje que merece ser aceptado por todos.

A la verdad, como no podíamos salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados.

El que vive pecando pertenece al diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir lo que hace el diablo.

Se dice que, si alguno desea ser líder de una iglesia, desea un buen trabajo. Esto es muy cierto.

Yo soy el más insignificante de todos los creyentes. Sin embargo, recibí este privilegio inmerecido de predicar a las naciones acerca de las incontables bendiciones que Cristo nos puede dar.

El ángel me dijo: «Estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. El Señor y Dios que habla por medio del espíritu de sus profetas ha enviado a su ángel para mostrar a sus servidores lo que va a suceder pronto».

Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado. Con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, idioma, pueblo y nación.

Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo enseñes una y otra vez, para que los que han creído en Dios se esfuercen en hacer lo bueno. Esto es excelente y provechoso para todos.

En este mensaje todos pueden confiar: Si morimos con Cristo, también viviremos con él.

Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes. Lo envió para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades».

El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que no cree en el Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios».

El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!». Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».

Y lo que Dios ha dicho es esto: que él nos ha dado vida eterna, y esa vida es para los que creen en su Hijo.

no dejes de confiar en Jesús, y actúa siempre bien. Pues hay algunos que no hacen caso a su conciencia, y han dejado de creer en Jesús.

»Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.

Al oír esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo: ―¡Así que también a los no judíos Dios les ha dado oportunidad de arrepentirse y tener vida eterna!

Los apóstoles y los creyentes de toda Judea se enteraron de que también los no judíos habían recibido el mensaje de Dios.

Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».

Quisiera ver si de algún modo despierto los celos de mi propio pueblo, para así salvar a algunos de ellos.

Recuerda que Dios da vida a todas las cosas y que Cristo Jesús afirmó ante Poncio Pilato que confiaba en Dios. Por eso ahora, delante de Dios y de Cristo, te encargo




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios