Por eso les pido que hagan morir todos sus deseos de maldad. No tengan relaciones sexuales prohibidas, dejen las acciones vergonzosas y sus malos deseos de placer. Abandonen el deseo de hacer lo malo, el deseo de siempre tener más dinero, pues es lo mismo que adorar ídolos.
Pues ya es tiempo de que dejen de comportarse como los que no creen en Dios. Antes vivían en vicios, siguiendo sus malos deseos, en borracheras, en fiestas sin control y adorando dioses falsos de manera terrible.
Recuerden que ustedes estaban separados de Cristo, no eran parte del pueblo de Israel. Tampoco les fueron dados los pactos y la promesa. En este mundo ustedes vivían sin esperanza y sin Dios.
Además, pensaron que no valía la pena reconocer a Dios. Por eso, él los ha dejado hacer todo lo que su malvada mente los llevara a hacer. Así que, han hecho lo que no debían hacer.
Por tanto, Dios los ha dejado seguir sus vergonzosos deseos. En efecto, las mujeres dejaron de tener relaciones sexuales con hombres, y tienen relaciones con otras mujeres. Esto va contra la naturaleza.
Por eso Dios los ha dejado hacer el mal que en su mente han deseado. Así que tuvieron relaciones sexuales prohibidas y usaron sus cuerpos de forma vergonzosa.
Al pasar y fijarme en sus lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A un dios desconocido. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio.
Dios es sabio, y por eso no quiso que el mundo lo conociera mediante la sabiduría humana. En cambio, decidió salvar a los que creen, por medio de la predicación de un mensaje que parece locura.