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Referencias Cruzadas

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1 Tesalonicenses 4:13

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Hermanos en la fe, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se pongan tristes como la gente que no tiene esperanza.

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35 Referencias Cruzadas  

Él murió por nosotros para que, ya sea que vivamos o que muramos, vivamos junto con él.

Así nos lo enseñó el Señor. Por eso afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, nos reuniremos con él. Pero no lo haremos antes de los que hayan muerto.

Recuerden que ustedes estaban separados de Cristo, no eran parte del pueblo de Israel. Tampoco les fueron dados los pactos y la promesa. En este mundo ustedes vivían sin esperanza y sin Dios.

«¿Qué hubo de la promesa de que Cristo volvería? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado desde el principio de la creación».

Después fue visto por más de quinientos creyentes a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto.

Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió.

Hermanos en la fe, queremos que conozcan las dificultades que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos sufriendo tanto que pensamos que no íbamos a resistir y perderíamos la vida.

Hermanos en la fe, no quiero que olviden que nuestros antepasados estuvieron todos bajo la nube y que todos atravesaron el mar.

Quiero que sepan, hermanos en la fe, que muchas veces me he propuesto ir a visitarlos, pero me ha sido imposible. Me gustaría ir para hablarles, y así fortalecer a unos y convencer a otros, tal como lo he hecho entre las otras naciones.

»Lo cierto es que David murió después de servir a su propia gente. Así lo había planeado Dios. Y fue enterrado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió la descomposición.

―Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final —respondió Marta.

Pero no olviden, queridos hermanos en la fe, que para el Señor un día es como mil años y mil años, como un día.

Unos hombres que amaban mucho a Dios enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.

Se abrieron las tumbas, y muchos creyentes que habían muerto resucitaron.

En cuanto a los dones espirituales, hermanos en la fe, quiero que entiendan bien este asunto de las capacidades que da el Espíritu Santo.

En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.

¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Pues Dios, que resucitó a Jesús, resucitará a los que han muerto confiando en él.

Por eso debemos vivir alertas y pensar con claridad, obedeciendo al Señor. Algunos viven sin preocuparse de estas cosas, parecen dormidos.




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