Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido.
Nos hemos enterado de que entre ustedes hay algunos que andan de vagos, sin trabajar en nada, y que se meten en lo que no les importa.
Traten de vivir en paz, ocupados en sus propias responsabilidades, y trabajen con sus propias manos. Así les he mandado,
Además se vuelven perezosas y andan de casa en casa. Y no solo se vuelven perezosas, sino también chismosas y entrometidas, hablando de lo que no deben.
Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.
por la que sufro en gran manera, hasta el punto de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada.
»Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y diga contra ustedes toda clase de mentiras.
¡Dichosos si sufren por hacer lo que es justo! «No tengan miedo de lo que ellos temen, ni se dejen asustar».