Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Pedro 2:1

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Por lo tanto, abandonen toda maldad y todo engaño, hipocresía y envidia. No digan mentiras acerca de otra persona.

Ver Capítulo Copiar

50 Referencias Cruzadas  

Ya dejen la tristeza a un lado, no se enojen ni sean violentos. No griten y ofendan a los demás. Abandonen toda clase de maldad.

Por esto, dejen atrás toda acción de maldad, pues ya hay mucha gente haciendo el mal en este mundo. Acepten con humildad el mensaje que Dios les ha dado, pues ese mensaje tiene poder para salvarlos.

Hermanos en la fe, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo critica, habla mal de la Ley y la critica. Y, si criticas la Ley, ya no estás obedeciéndola, sino que te conviertes en su juez.

Porque las Escrituras dicen: «El que quiera amar la vida y tener felicidad, evite hacer daño con lo que dice, y que de sus labios no salgan mentiras.

Los que no creen en Dios ahora se extrañan de que ustedes ya no participen con ellos en esa vida de tanto pecado y descontrol. Por eso los insultan.

Por eso vivan el resto de su vida sin dejarse controlar por sus malos deseos y obedeciendo la voluntad de Dios.

Hermanos en la fe, no se quejen unos de otros, para que no sean castigados. ¡El Juez ya está a la puerta!

¡Estamos rodeados de una gran cantidad de testigos! Nos miran como si estuviéramos en una carrera. Por tanto, eliminemos de nuestra vida el pecado, que es como un peso que nos estorba para correr y se nos enreda en los pies. Corramos sin descanso la carrera que tenemos por delante.

Así mismo, las esposas de los diáconos deben ser mujeres a quienes todos respeten, que no sean chismosas, sino gente seria y dignas de toda confianza.

«Él no cometió ningún pecado, ni de su boca salieron mentiras».

A las ancianas, enséñales que se comporten como personas que respetan a Dios, que no sean chismosas y no beban mucho vino. Deben enseñar lo bueno

Hermanos en la fe, piensen como personas maduras. Es bueno ser inocentes como un niño y no dar paso a la maldad. Pero, a la hora de pensar, hay que hacerlo como un adulto maduro.

Han cometido toda clase de injusticia, maldad, avaricia y actos vergonzosos. Están llenos de envidia, homicidios, divisiones, engaño y maldad. Son chismosos,

¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo. Entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.

Así también ustedes por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo. Entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.

En realidad, tengo miedo de ir a verlos y que no los encuentre como quisiera, y que ustedes no me encuentren a mí como quisieran. Tengo miedo de encontrarlos peleando, con celos, enojados unos con otros, siendo egoístas, mentirosos, orgullosos y causando alborotos.

Ellos nunca mintieron ni hicieron lo malo.

Actúen como personas libres. Pero no usen su libertad como excusa para hacer el mal. Al contrario, vivan como servidores de Dios.

¿O creen que la Escritura se equivoca cuando dice que Dios ama celosamente al espíritu que hizo habitar en nosotros?

Pero, si ustedes tienen celos y pleitos, sufrirán con amargura. Dejen a un lado el orgullo y la mentira.

Nuestro mensaje es la verdad, no es un error. No lo anunciamos con malas intenciones, ni queremos engañar a nadie.

Celebremos nuestra salvación sacando de entre nosotros el pecado de la malicia y la maldad. Celebremos con una vida sincera y honesta.

Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, comentó: ―Aquí tienen a un verdadero israelita, en quien no hay falsedad.

»¡Ay de ustedes!, que son como tumbas escondidas, sobre las que anda la gente sin darse cuenta».

Mientras tanto, se habían reunido millares de personas, tantas que se atropellaban unas a otras. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, o sea, de la hipocresía.

Pero Jesús, sabiendo que fingían, les respondió: ―¿Por qué me tienden trampas? Tráiganme una moneda romana para verla.

Lo castigará duramente y le impondrá la condena que reciben los hipócritas. Y habrá llanto y mucho sufrimiento.

¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó acerca de ustedes:




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios