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Referencias Cruzadas

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1 Juan 5:4

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

porque todo el que es hijo de Dios vence la maldad del mundo. Todo el que confía en Cristo tiene la victoria sobre el pecado de este mundo.

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21 Referencias Cruzadas  

¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!

Ustedes, queridos hijos en la fe, pertenecen a Dios y han vencido a esos falsos profetas. Y lo han hecho porque el Espíritu que está en ustedes es más poderoso que el enemigo que está en el mundo.

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando.

Los que vencen a la maldad del mundo son los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.

Al vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono. Así como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.

Ellos lo han vencido con la sangre del Cordero y con el mensaje que anunciaron. Nunca tuvieron miedo de morir, pues estaban dispuestos a dar su vida.

El vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida. Reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.

El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte, es decir, jamás será separado de Dios.

Al vencedor le daré un lugar importante en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios. También escribiré el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios. Esta ciudad baja del cielo de parte de mi Dios. Además, escribiré sobre él mi nombre nuevo.

Este es el premio para el que venza y cumpla mi voluntad hasta el fin: le daré autoridad sobre las naciones

Todo el que cree que Jesús es el Cristo es un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre también ama a sus hijos.

Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, no habían adorado su imagen ni aceptado llevar el número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado.

El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida. Este árbol está en el paraíso de Dios.

El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido. Además, le daré una piedrecita blanca. En ella está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe.

Estos no nacen de padres humanos. No son producto del deseo ni de la voluntad humana. Nacen de Dios.

―Te aseguro que quien no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.

Ustedes reconocen que Jesucristo es justo. Entonces, también reconozcan que todo el que vive haciendo el bien es un hijo de Dios.

Sabemos que el que es hijo de Dios no vive pecando, pues Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el diablo no llega a tocarlo.




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