Esta es la prueba de que amamos a los hijos de Dios: que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
En cambio, el que obedece sus mandamientos demuestra que ama a Dios y puede estar seguro de que es amigo de Dios.
Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.
La prueba de que conocemos a Dios es que obedecemos sus mandamientos.
Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos en la fe. El que no ama sigue controlado por el reino de la muerte.