Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Juan 3:21

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Queridos hermanos en la fe, si la conciencia no nos acusa, nuestra confianza en Dios crece.

Ver Capítulo Copiar

17 Referencias Cruzadas  

Y ahora, queridos hijos en la fe, sigan confiando en Cristo. Así, cuando él regrese, podremos presentarnos ante él confiadamente. Estaremos seguros de no ser avergonzados cuando él venga.

Así que acerquémonos con confianza al trono de Dios, pues allí, aunque no lo merecemos, encontraremos amor. Allí recibiremos misericordia y hallaremos que su amor inmerecido nos ayuda en el momento que más lo necesitemos.

Para nosotros, es motivo de satisfacción el saber que no hemos hecho nada malo. Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la honestidad y sinceridad que vienen de Dios. Y lo hemos logrado gracias al amor inmerecido de Dios, y no gracias a nuestra sabiduría humana.

Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.

Ese amor llega a su perfección cuando vivimos en este mundo tal como vivió Jesús. Por eso, en el día del juicio podremos presentarnos con toda confianza.

Acerquémonos entonces a Dios con corazón sincero y con la completa seguridad que da la fe. Cristo nos ha limpiado de pecado, como quien es bañado con agua pura. Por eso, acerquémonos con una conciencia tranquila.

Sin embargo, aunque mi conciencia no me acusa, no por eso soy inocente. El que me juzga es el Señor.

Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con un corazón sincero, sin enojos ni peleas.

Así que, si estás seguro de lo que piensas al respecto, deja ese asunto entre tú y Dios. Dichosa la persona a quien su conciencia no lo acusa por lo que hace.

Gracias a él, por medio de la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios.

Queridos hermanos en la fe, no les estoy escribiendo un mandamiento nuevo. Les escribo un mandamiento antiguo que ustedes han conocido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron.

Queridos hermanos en la fe, ya somos hijos de Dios. Sin embargo, todavía no se nos ha mostrado todo lo que llegaremos a ser. Lo que sí sabemos es que cuando Cristo venga seremos como él es, porque lo veremos tal como él es.

Pero, aun si nuestra conciencia nos hiciera sentir culpables de algo, debemos recordar que Dios es más grande que nuestros sentimientos y lo sabe todo.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios