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Referencias Cruzadas

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1 Juan 3:1

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

¡Miren cuánto amor nos tiene el Padre! Por eso somos llamados hijos de Dios. ¡Y de verdad lo somos! Pero los pecadores de este mundo no nos conocen, porque no conocen al Padre.

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33 Referencias Cruzadas  

Pero a los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

Todos ustedes son hijos de Dios por haber creído en Cristo Jesús.

Yo seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas —dice el Señor Todopoderoso».

»Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y estos reconocen que tú me enviaste.

»Pues tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Al que salga vencedor le daré todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo.

Sin embargo, Dios demuestra su amor por nosotros, pues, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

Y, si ustedes pertenecen a Cristo, son entonces parte de la familia de Abraham y tienen derecho a recibir la promesa que Dios le hizo.

Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. Entonces, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?

Actuarán de este modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí.

Pues la vida que antes llevaban ya ha muerto y Dios les ha dado una nueva vida por medio de Cristo.

de que la creación misma sea liberada de la esclavitud que la destruye. Así alcanzará la gloriosa libertad que gozan los hijos de Dios.

Tampoco podrán morir, pues serán como los ángeles. Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección.

Pero no solo moriría por esa nación, sino que también reuniría a todos los hijos de Dios dispersos en el mundo.

Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.

La creación espera con ansiedad que Dios revele que somos sus hijos.

Queridos hermanos en la fe, ya somos hijos de Dios. Sin embargo, todavía no se nos ha mostrado todo lo que llegaremos a ser. Lo que sí sabemos es que cuando Cristo venga seremos como él es, porque lo veremos tal como él es.

En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.

Ese amor llega a su perfección cuando vivimos en este mundo tal como vivió Jesús. Por eso, en el día del juicio podremos presentarnos con toda confianza.




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