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Referencias Cruzadas

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1 Juan 2:16

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Nada de lo que esa gente te ofrece viene del Padre, pues solo ofrece lo que es pecado. Me refiero a los malos deseos del cuerpo, como desear tener lo que agrada a los ojos y volverse orgulloso de las riquezas que se tienen.

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34 Referencias Cruzadas  

Más bien, busquen la compañía del Señor Jesucristo y dejen de complacer los malos deseos.

Porque esos malos deseos van en contra del Espíritu, y el Espíritu va en contra de los malos deseos. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.

En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.

Esa no es la sabiduría que Dios da. Es una sabiduría de este mundo, puramente humana y diabólica.

Queridos hermanos en la fe, en este mundo ustedes viven como extranjeros, pues solo están de paso. Por eso les ruego que abandonen todo deseo de pecar. Recuerden que el pecado es enemigo de su alma.

Esto les espera especialmente a los que siguen sus deseos de pecar y desprecian la autoridad del Señor. ¡No son sino unos atrevidos y orgullosos! No tienen temor de insultar a los seres celestiales.

Ese amor nos enseña a rechazar el pecado y a no desear la maldad de este mundo. Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y amor a Dios.

Hablan y enseñan con orgullo, aunque todo lo que dicen no tiene sentido. Invitan a la gente a participar de sus vicios y placeres sin control, y así engañan a los que recién se han alejado de los que viven en pecado.

Cuando ustedes vivían en la ignorancia, se dejaban controlar por sus malos deseos. Pero ahora, como hijos obedientes, no deben vivir así.

En otro tiempo también nosotros éramos tontos y desobedientes. Fuimos engañados y nos hicimos esclavos de toda clase de malos deseos y placeres. Vivíamos haciendo el mal y llenos de envidia. Éramos gente odiosa y nos odiábamos unos a otros.

Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la desea ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.

Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos del mundo.

Los que son de Cristo Jesús han hecho morir en la cruz sus malos deseos por el pecado.

De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.

Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo. Así que no debemos desear lo malo, como lo hicieron ellos.

Pero ahora se alegran de hablar con orgullo. Todo ese orgullo es malo.




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