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Referencias Cruzadas

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1 Corintios 9:19

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Aunque no soy esclavo de nadie, sino libre, me he hecho esclavo de todos para que la mayor cantidad posible crea en Cristo.

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21 Referencias Cruzadas  

Les hablo así, hermanos en la fe, porque ustedes han sido llamados a ser libres. Pero no usen esa libertad para dejar que los malos deseos los controlen. Más bien ayúdense unos a otros con amor.

»Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.

Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mi propio bien, sino el de los demás, para que sean salvos.

Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Si no dejas de hacerlo, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús.

Nosotros no hablamos de nosotros mismos, sino de Jesucristo, y lo presentamos como el Señor. Somos tan solo servidores de ustedes porque obedecemos a Jesús.

Cada uno debe agradar al otro en aquello que es para su bien y que lo ayudará a fortalecer su fe.

Así mismo, esposas, obedezcan a sus esposos. Es probable que algunos de ellos no creen en el mensaje de la buena noticia. Pero, si las esposas tienen un buen comportamiento, ellos pueden llegar a creer sin que se les diga nada.

¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes el fruto de mi trabajo para el Señor?

Ese es mi deber con todos, sean cultos o incultos, sabios o ignorantes.

Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no vuelvan a ser esclavos de la Ley.

¿Cómo sabes tú, mujer, si acaso salvarás a tu esposo? ¿O cómo sabes tú, hombre, si acaso salvarás a tu esposa?

Quisiera ver si de algún modo despierto los celos de mi propio pueblo, para así salvar a algunos de ellos.

Me refiero a que eso es un problema para esa persona, aunque no para ustedes. Quizás alguno se pregunte: «¿Por qué se critica mi libertad de hacer lo que quiero solo porque alguien piensa que está mal?

Todo esto es por el bien de ustedes. Es para que el amor inmerecido de Dios llegue a más y más personas. Así muchos darán gracias a Dios y le darán la gloria a él.

Estoy listo para visitarlos por tercera vez, y no les pediré que me ayuden con dinero. No me interesa lo que ustedes tienen, sino lo que ustedes son. Después de todo, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. Y ustedes son como mis hijos.




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