¡Ay de ustedes los que ahora están saciados, porque sabrán lo que es pasar hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque sabrán lo que es derramar lágrimas!
Ella era orgullosa y le gustaban los grandes lujos, pues ahora háganla sufrir y atorméntenla. Decía con orgullo: “Estoy sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás”.
Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal. Pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí y a ti, sufrir terriblemente.
Lo que quiero decir, mis hermanos en la fe, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran.