Lo que quiero decir, mis hermanos en la fe, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran.
Todo lo que la gente pecadora te ofrece y todo lo malo que hay en el mundo pronto se acabará. Pero el que hace la voluntad de Dios vivirá para siempre.
Pero, si te casas, no cometes ningún pecado. Y, si una joven se casa, tampoco comete pecado. Sin embargo, los que se casan tendrán que pasar por muchos problemas y yo quiero evitárselos.