Por tanto, si tienen pleitos sobre algunos asuntos, ¿por qué nombran como jueces a personas que no cuentan para nada ante la iglesia?
A mí no me toca señalar el pecado de la gente que no es de la iglesia. Ustedes, en cambio, deben señalar el pecado de la gente de la iglesia.
¿No saben que aun a los ángeles los juzgaremos? ¡Con mayor razón podemos juzgar los asuntos de esta vida!
Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes?