En cambio, el que tiene el Espíritu lo examina todo y lo entiende todo. Pero los que no tienen el Espíritu no pueden entender a los que lo tienen. Pues la Escritura dice:
Pero sus acciones serán puestas a prueba en el día del juicio, y así se sabrá si fueron buenas o malas enseñanzas. El fuego revela la calidad de los materiales y del trabajo de cada uno.