Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Corintios 4:17

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Con este propósito les envié a Timoteo, a quien amo como a un hijo. Él es fiel al Señor y les recordará que me comporto como un verdadero seguidor de Cristo Jesús. Así lo enseño por todas partes y en todas las iglesias.

Ver Capítulo Copiar

33 Referencias Cruzadas  

Esta carta va dirigida a ti, Timoteo, mi verdadero hijo en la fe. Les pido a Dios el Padre y a Cristo Jesús nuestro Señor que te permitan gozar de su inmerecido amor, de su bondad y de su paz.

Si llega Timoteo, procuren que se sienta cómodo entre ustedes, porque él trabaja para el Señor al igual que yo.

En cualquier caso, cada uno debe seguir viviendo en la misma condición que el Señor le asignó. Quédense así como estaban cuando Dios los llamó a ser parte de su iglesia. Esta es la regla que doy a todas las iglesias.

Esta carta va dirigida a ti, Timoteo, mi querido hijo en la fe. Les pido a Dios el Padre y a Cristo Jesús nuestro Señor que te permitan gozar de su inmerecido amor, de su misericordia y de su paz.

En cuanto al dinero que se recolecta para ayudar a los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia.

Pues Dios no es un Dios de desorden, sino de paz. Como es costumbre en nuestras iglesias,

No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Debes saber que el diablo meterá en la cárcel a algunos de ustedes. Lo hará para ponerlos a prueba; y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

Los felicito, porque ustedes se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas, tal como se las transmití.

En cuanto a las personas solteras, no tengo ningún mandato del Señor, pero les daré mi opinión. Y, gracias a la misericordia de Cristo, creo que pueden confiar en mí.

Sé que vives allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues confiando en mí. No has abandonado tu fe en mí. Ni siquiera lo hiciste cuando mataron a Antípas, quien fielmente hablaba de mí. A él lo mataron en esa ciudad donde vive Satanás.

Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito y mi fe. Sabes de la paciencia que he tenido, del amor que tengo por los demás y de cómo soporto las dificultades.

Tú has escuchado mis enseñanzas en presencia de muchos testigos. Ahora te pido que busques a creyentes dignos de confianza y que les enseñes todo eso. Que sean capaces de enseñar, para que pasen la enseñanza a otros.

Va acompañado de Onésimo, querido y fiel hermano en la fe, que es parte de su iglesia. Ellos los pondrán al tanto de todo lo que sucede aquí.

Así les enseñó Epafras, nuestro querido colaborador y fiel servidor de Cristo para el bien de ustedes.

Tengo la confianza de que el Señor Jesús pronto me permitirá enviarles a Timoteo, para que también yo cobre ánimo al recibir noticias de ustedes.

Tíquico, nuestro querido hermano en la fe, es un fiel servidor del Señor. Él les contará todo, para que también ustedes sepan cómo me va y qué estoy haciendo.

Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, y tampoco las iglesias de Dios.

Ustedes podrían tener diez mil maestros que les enseñen acerca de Cristo, pero no tienen a muchos que los cuiden como lo hace un padre. Pues, cuando les anuncié el mensaje de la buena noticia y ustedes creyeron en Cristo Jesús, llegué a ser como un padre para ustedes.

Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”.

Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”.

»¿Quién es el siervo fiel y prudente a quien su señor ha dejado encargado de los sirvientes para darles la comida a su debido tiempo?

Ahora bien, a los que se les encarga una tarea se les exige que demuestren ser dignos de confianza.

Pablo llegó a Derbe y después a Listra. Allí se encontró con un discípulo llamado Timoteo, que era hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego.

No les escribo esto para avergonzarlos. Tómenlo como una advertencia de mi parte, pues los amo como si fueran hijos míos.

Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no hagan enojar a Dios y los castigue. En cuanto a los demás asuntos, ya les diré qué hacer cuando los visite.

Junto con él les enviamos a un hermano en la fe que se ha ganado el reconocimiento de todas las iglesias. Él se ha dedicado a predicar el mensaje de la buena noticia.

Pero ustedes conocen la buena conducta de Timoteo, que ha servido conmigo en el anuncio de la buena noticia. Me ha ayudado como un hijo ayuda a su padre.

Timoteo, tú eres como un hijo para mí. Todo esto que te pido hacer tiene que ver con las profecías que se dijeron acerca de ti. Toma en cuenta esas palabras y pelea la buena batalla,

Te dejé en Creta para que pusieras en orden lo que quedaba por hacer y en cada pueblo nombraras líderes de la iglesia, de acuerdo con las instrucciones que te di.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios