Más bien, hablamos de un secreto de la sabiduría de Dios. Es decir, hablamos del plan que él mantenía en secreto y que desde antes de la creación del mundo decidió revelar para nuestra gloria.
Si tuviera el don de comunicar mensajes de parte de Dios y entendiera todos los planes secretos de Dios y tuviera todo conocimiento, y si tuviera una fe que logra mover montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
Ahora vivimos en este cuerpo, suspirando y preocupados, pues no queremos que ese cuerpo sea destruido. Más bien quisiéramos que el cuerpo fuera cambiado por el nuevo. Así el cuerpo no tendría que morir, sino que le sería dada la vida eterna.