David mismo, hablando por el Espíritu Santo, declaró: »“Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’ ”.
¡Todo lo pusiste bajo su dominio!». Si Dios puso bajo su dominio todas las cosas, entonces nada hay que no esté bajo su gobierno. Ahora bien, es cierto que todavía no vemos que todo esté bajo su dominio.