1 Corintios 12:3

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Por eso les digo que nadie que esté hablando guiado por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús. Tampoco nadie puede decir: «Jesús es el Señor» si no es guiado por el Espíritu Santo.

Referencias Cruzadas

2 Corintios 3:5

No es que nos consideremos capaces de hacerlo por nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.

Romanos 10:9

que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.

Juan 13:13

Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.

1 Corintios 8:6

Pero para nosotros no hay más que un solo Dios. Él es el Padre, quien creó todo, y para él vivimos. Y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo. Dios todo lo creó por medio de él, y gracias a él vivimos.

Juan 15:26

»Yo les enviaré, de parte del Padre, al Consolador. Él es el Espíritu de verdad que procede del Padre. Cuando él venga, testificará acerca de mí.

Mateo 22:43

―Entonces, ¿cómo es que David, hablando por el Espíritu, lo llama “Señor”? Él afirma:

Marcos 9:39

―No se lo impidan —le dijo Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí.

1 Corintios 16:22

Si alguno no ama al Señor, vivirá bajo maldición. ¡Marana ta!, que significa, «¡Ven, Señor!».

2 Corintios 11:4

Sé que alguien les ha predicado a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros. Sé que les han hablado de un espíritu y un mensaje de salvación diferente de lo que ya recibieron. Y ustedes han recibido a esas personas con gusto.

Romanos 9:3

Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.

Apocalipsis 1:10

En el primer día de la semana, al que llamamos día del Señor, vino el Espíritu y tomó control de mi persona. Detrás de mí oí una voz fuerte, que sonaba tan fuerte como una trompeta,

Gálatas 3:13

Cristo nos rescató de la maldición de la Ley. Él aceptó que esa maldición cayera sobre él. Pues las Escrituras dicen: «Maldito todo el que es colgado de un madero».

Juan 13:14

Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.