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Referencias Cruzadas

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1 Corintios 12:13

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para formar un solo cuerpo —ya seamos judíos o no judíos, esclavos o libres—. A todos se nos hizo compartir un mismo Espíritu.

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36 Referencias Cruzadas  

Solo hay un Señor, una sola fe, un solo bautismo.

En esta nueva manera de vivir no importa si eres griego o judío, si estás circuncidado o no lo estás, si eres extranjero o un salvaje, si eres esclavo o eres libre. Cristo es todo lo que importa, y él vive en todos nosotros.

Ya no importa si son judíos o griegos, esclavos o libres, hombres o mujeres, sino que todos ustedes son iguales gracias a Cristo Jesús.

El agua simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en comprometerse ante Dios en tener una conciencia limpia. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo.

Dios no solo es Dios de los judíos, también es Dios de los no judíos. Sí, de ellos también,

Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.

―Yo los bautizo a ustedes con agua —les dijo Juan a todos—. Pero está por llegar uno más poderoso que yo, a quien ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.

»Yo los bautizo a ustedes con agua en señal de arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

Dio su vida para hacerla santa. Él la limpió de toda maldad por medio de su mensaje y del bautismo.

Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás. Al contrario, dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.

―Te aseguro que quien no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.

Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo”.

Dios se propuso revelarles cuál es la gloriosa riqueza de ese plan secreto para todas las naciones. Y el plan es que Cristo viva en ustedes, y les dé la seguridad de compartir la gloria de Dios.

Según ese plan, los no judíos, junto con Israel, tienen el derecho de recibir las ricas bendiciones de Dios. Son parte de un mismo pueblo y participan de las promesas de Dios. Todo eso, gracias a Cristo Jesús y por aceptar el mensaje de la buena noticia.

Antes de que Dios nos aceptara por tener fe en Jesucristo, la Ley nos tenía presos. Estuvimos vigilados por la Ley hasta que esa fe se nos dio a conocer.

Todos ellos fueron bautizados en la nube y en el mar para unirse a Moisés.

El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.

Pues deben saber que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre.

Es más, él fue circuncidado luego, como una señal de que había sido declarado justo por su fe. Por tanto, Abraham es considerado el padre de todos los que creen aunque no hayan sido circuncidados. Pues a estos se les toma en cuenta su fe y son declarados justos.

De su abundancia todos hemos recibido grandes bondades.

Dios declara como justos a todos los que creen en Jesucristo. De hecho, Dios no hace diferencia,




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