Pues así como la mujer fue sacada del primer hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.
Pues todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén.
Pero para nosotros no hay más que un solo Dios. Él es el Padre, quien creó todo, y para él vivimos. Y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo. Dios todo lo creó por medio de él, y gracias a él vivimos.
Sin embargo, en el pueblo del Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer.
Todo esto lo ha hecho Dios. Él nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dio la tarea de anunciar este mensaje de reconciliación.