Sé que alguien les ha predicado a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros. Sé que les han hablado de un espíritu y un mensaje de salvación diferente de lo que ya recibieron. Y ustedes han recibido a esas personas con gusto.
―Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.
No es que haya otro mensaje, sino que ciertas personas están causando confusión entre ustedes. Esa gente solo quiere cambiar la buena noticia de Cristo.
Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.