En aquel día habrá en Egipto cinco ciudades que hablarán el idioma de Canaán y que jurarán lealtad al Señor de los Ejércitos. Una de ellas se llamará Ciudad del Sol.
«En aquel día, muchas naciones se unirán al Señor. Ellas serán mi pueblo y yo habitaré entre ellas. Así sabrán que el Señor de los Ejércitos es quien me ha enviado a ustedes.
Tocó el séptimo ángel su trompeta y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos».
El Señor será terrible contra ellos, cuando destruya a todos los dioses de la tierra; y así hasta las naciones más remotas se postrarán en adoración ante él, cada cual en su propia tierra.
Señor, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de la angustia; desde los confines de la tierra vendrán a ti las naciones y dirán: «Solo mentira heredaron nuestros antepasados; ídolos inútiles que no sirven para nada.