«También ustedes, cusitas, serán atravesados por mi espada».
Yo soy el Señor tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; yo he entregado a Egipto como precio por tu rescate, a Cus y a Seba en tu lugar.
Vienen de tierras lejanas, de los confines de los cielos. Viene el Señor con las armas de su ira para destruir toda la tierra.
«¡Ay de Asiria, vara de mi ira! ¡El garrote de mi enojo está en su mano!
¡Levántate, Señor, enfréntate a ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los malvados!
Fortaleceré a su vez los brazos del rey de Babilonia: pondré mi espada en sus manos y quebraré los brazos del faraón. Entonces él gemirá ante su enemigo como herido de muerte.
Entonces el Señor dijo: «Así como durante tres años mi siervo Isaías ha andado desnudo y descalzo, como señal y presagio contra Egipto y Cus;