para que al hablar mantengas la discreción y retengas el conocimiento.
El de corazón sabio controla su boca; con sus labios promueve el saber.
Los labios de los sabios esparcen conocimiento; el corazón de los necios ni piensa en ello.
Tus labios, novia mía, destilan miel; leche y miel escondes bajo la lengua. Cual perfume del Líbano es el perfume de tus vestidos.
La lengua de los sabios adorna el conocimiento; la boca de los necios escupe necedades.
Los labios del justo orientan a muchos; los necios mueren por falta de juicio.
Con mis labios he proclamado todas las leyes que has promulgado.
Todo el día proclamará mi boca tu justicia y tu salvación, aunque es algo que no alcanzo a descifrar.
Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de hermosas palabras, ya que Dios te ha bendecido para siempre.
Oro hay y abundan las piedras preciosas, pero aún más valiosas son las palabras sabias.
Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción.