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Referencias Cruzadas

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Proverbios 3:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.

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27 Referencias Cruzadas  

Pon en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos se cumplirán.

El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.

No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.

Señor, yo sé que nadie es dueño de su destino, que no le es dado al caminante dirigir sus propios pasos.

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.

Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo».

Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar.

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo,

Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.

No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.

En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.

»Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre.

David consultó al Señor: —¿Debo perseguir a esa banda de saqueadores? ¿Los voy a alcanzar? —Persíguelos —respondió el Señor—. Vas a alcanzarlos y rescatarás a los cautivos.

Levantaré a Ciro en justicia; allanaré todos sus caminos. Él reconstruirá mi ciudad y pondrá en libertad a mis cautivos, pero no por precio ni soborno. Lo digo yo, el Señor de los Ejércitos».

Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor de este hombre». En aquel tiempo yo era copero del rey.

—¿Qué quieres que haga? —preguntó el rey. Así que oré al Dios del cielo

Bendito sea el Señor, Dios de nuestros antepasados, que puso en el corazón del rey el deseo de honrar el Templo del Señor en Jerusalén.

Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes.

Lo mismo ocurría cuando la nube reposaba poco tiempo sobre el santuario: cuando el Señor así lo indicaba, los israelitas acampaban o se ponían en marcha.

Mi Dios puso en mi corazón el deseo de reunir a los nobles, a los oficiales y al pueblo, para registrarlos según su descendencia; y encontré el registro genealógico de los que habían regresado en la primera repatriación. Allí estaba escrito:

La justicia endereza el camino de los íntegros, pero la maldad hace caer a los malvados.

Ruega para que el Señor tu Dios nos indique el camino que debemos seguir, y lo que debemos hacer.

La senda del justo es recta; tú, que eres íntegro, allanas su camino.




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