Pon en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos se cumplirán.
Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
Entrégale tus afanes al Señor y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre.
No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.
»Si se tratara de mí, yo apelaría a Dios; ante él expondría mi caso.
Tendrás éxito en tus decisiones y en tus caminos brillará la luz.
Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán.