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Referencias Cruzadas

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Oseas 7:2

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

No consideran en sus corazones que yo recuerdo todas sus maldades. Sus malas acciones los tienen cercados, siempre las tengo presentes.

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33 Referencias Cruzadas  

No hay nada encubierto que no llegue a revelarse ni nada escondido que no llegue a conocerse.

Ante ti has puesto nuestras maldades; a la luz de tu presencia, nuestros pecados secretos.

El Señor ha jurado por el orgullo de Jacob: «Jamás olvidaré nada de lo que han hecho.

Así dice el Señor acerca de este pueblo: «Les encanta vagabundear; no refrenan sus pies. Por eso yo no los acepto, sino que voy a recordar sus iniquidades y a castigar sus pecados».

Tu maldad te castigará, tu infidelidad te recriminará. Ponte a pensar cuán malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no sentir temor de mí», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos.

Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

Han llegado al colmo de la corrupción, como en los días de Guibeá; ¡pero Dios se acordará de sus maldades y los castigará por sus pecados!

Tus proyectos son grandiosos y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace la humanidad para dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones.

Porque mis ojos ven todas sus acciones; ninguna de ellas me es oculta. Su iniquidad no puede esconderse de mi vista.

«Tu conducta y tus acciones te han causado todo esto. Este es tu castigo. ¡Qué amargo es! ¡Cómo te ha calado en el propio corazón!».

En sus banquetes hay arpas, liras, panderos, flautas y vino; pero no se fijan en los hechos del Señor ni tienen en cuenta las obras de sus manos.

Olvida los pecados y las transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno.

Al Señor se le conoce porque imparte justicia; el malvado cae en la trampa que él mismo tendió. Higaión Selah

Me han ofrecido sacrificios y ofrendas, y se han comido la carne, pero el Señor no se agrada con ellos. Ahora voy a recordar sus maldades y castigaré sus pecados; y tendrán que regresar a Egipto.

El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no comprende!».

»Ustedes que se olvidan de Dios, consideren lo que he dicho; de lo contrario, los haré pedazos, y no habrá nadie que los salve.

»Los ojos de Dios ven los caminos del hombre; él vigila cada uno de sus pasos.

¡Si tan solo fueran sabios, entendieran esto y comprendieran cuál será su fin!

»Pero si se niegan, estarán pecando contra el Señor. Y pueden estar seguros de que no escaparán de su pecado.

Ninguno se detiene a pensar, les falta conocimiento y entendimiento para decir: «Usé la mitad para combustible; incluso horneé pan sobre las brasas, asé carne y la comí. ¿Y haré algo abominable con lo que queda? ¿Me postraré ante un pedazo de madera?».

Señor, en la angustia te buscaron; apenas lograban susurrar una oración cuando tú los corregías.

»El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro; grabado está con punta de diamante sobre la tabla de su corazón y sobre los cuernos de sus altares.

«¿Piensan ustedes que el Señor no se acuerda o no se daba cuenta de que ustedes y sus antepasados, sus reyes y sus oficiales y todo el pueblo, ofrecían incienso en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

¡Como es el pueblo, así será el sacerdote! Por eso les pediré cuentas de su conducta y les daré la paga de sus acciones.

«Toda su maldad comenzó en Guilgal; allí comencé a aborrecerlos. Por causa de sus maldades, los expulsaré de mi casa. No los amaré más, pues todos sus líderes son rebeldes.

El Señor tiene un pleito contra Judá: le hará pagar a Jacob todo lo que ha hecho; le dará lo que merecen sus obras.

«Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia».

Se dice a sí mismo: «Dios se ha olvidado. Se cubre el rostro. Nunca ve nada».

La espada degollará a esos infames malvados, pues sus visiones son falsas y sus adivinanzas, mentiras. Pero su día ha llegado; ¡la hora de su castigo es inminente!

Después de dos días nos dará vida nuevamente; al tercer día nos levantará, y así viviremos en su presencia.




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