Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre: Loamí, porque ustedes no son mi pueblo y yo no soy su Dios.
El Señor me dijo: «Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!
A la mañana siguiente, cuando Pasur liberó a Jeremías del cepo, Jeremías dijo: «El Señor ya no te llama Pasur, sino Magor Missabib.
Cuando ella dejó de amamantar a Lorrujama, volvió a concebir y tuvo otro hijo.
»Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó Loamí, se les llamará “hijos del Dios viviente”.
Yo la sembraré para mí en la tierra; mostraré mi amor a Lorrujama. A Loamí lo llamaré Amí; y él me dirá: “Tú eres mi Dios”».