Cuando el Señor así lo indicaba, los israelitas acampaban o se ponían en marcha. Así cumplían la orden del Señor, según lo que el Señor había dicho por medio de Moisés.
Durante todo el tiempo que ha pasado, hasta este mismo día, ustedes no han abandonado a sus hermanos israelitas. Más bien, han cumplido todos los mandamientos del Señor.
«Así dice el Señor de los Ejércitos: “Si andas en mis caminos y cumples mis órdenes, entonces gobernarás mi casa y te harás cargo de mis atrios. ¡Yo te concederé un lugar entre estos que están aquí!
Toda la comunidad israelita partió del desierto de Sin por etapas, según lo había ordenado el Señor. Acamparon en Refidín, pero no había allí agua para que bebieran,