porque el Señor había dicho a Moisés: «Para presentar su ofrenda de dedicación del altar, cada jefe tendrá su propio día».
Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño en espíritu, y me alegro al ver su buen orden y la firmeza de su fe en Cristo.
Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden.
porque Dios no es un Dios de desorden, sino de paz. Como es costumbre en las congregaciones de los creyentes,
Cuando el altar fue consagrado, los jefes llevaron una ofrenda de dedicación y la presentaron ante el altar,
El primer día le tocó presentar su ofrenda a Naasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.