Cuando haya que trasladar el santuario, los levitas se encargarán de desarmarlo; cuando haya que instalarlo, serán ellos quienes lo armen. Pero cualquiera que se acerque al santuario y no sea sacerdote será condenado a muerte.
Podrán ministrar en mi santuario como custodios de las puertas y en algunos otros menesteres del Templo. Ellos serán los que maten los animales para el holocausto y para el sacrificio que presenta el pueblo; deberán estar dispuestos a servirlo.
Además, he designado como su ayudante a Aholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. »Y he dotado de habilidad a todos los artesanos para que hagan todo lo que te he mandado hacer, es decir: