Bel se inclina, Nebo se somete; sus ídolos son llevados por bestias de carga. Pesadas son las imágenes que por todas partes llevan; son una carga para el agotado.
No se mezclen con las naciones que aún quedan entre ustedes. No invoquen los nombres de sus dioses; no juren por ellos; no los obedezcan ni los adoren.
Abrió nuevamente los pozos de agua que habían sido cavados en tiempos de su padre Abraham y que los filisteos habían tapado después de su muerte. Entonces les puso los mismos nombres que su padre les había dado.
Se han marchitado los campos de Hesbón, lo mismo que la viña de Sibmá. Los gobernantes de las naciones han pisoteado los viñedos más selectos, los que llegaban hasta Jazer y se extendían hacia el desierto. Sus retoños se extendían y cruzaban el mar.
Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Moab: «¡Ay de Nebo, porque será devastada! ¡Quiriatayin será capturada y puesta en vergüenza! ¡Su fortaleza será humillada y destruida!