Los gaditas y los rubenitas respondieron: —Somos sus siervos y haremos lo que el Señor ha mandado.
Pero si no lo cruzan, ellos recibirán su heredad entre ustedes en Canaán.
Tal como él lo quiere, cruzaremos armados delante del Señor a la tierra de Canaán. Pero nuestra heredad estará de este lado del Jordán.
»Que Rubén viva y que no muera; ¡sean innumerables sus hombres!».
Ellos respondieron a Josué: —Nosotros obedeceremos todo lo que nos has mandado e iremos adondequiera que nos envíes.