Tenían a su cargo los tablones, es decir, los travesaños, postes y bases del armazón del santuario, junto con todos sus utensilios y todo lo necesario para su servicio.
A los meraritas les dio cuatro carretas y ocho bueyes, como lo requería su ministerio. Todos ellos estaban bajo las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.