Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo
Entonces la ira de Balac se encendió contra Balán, y chasqueando los dedos le dijo: —Te mandé llamar para que maldijeras a mis enemigos, ¡y estas tres veces no has hecho sino bendecirlos!