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Referencias Cruzadas

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Números 16:32

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré.

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21 Referencias Cruzadas  

Sin embargo, los hijos de Coré no perecieron.

Pero la tierra ayudó a la mujer: abrió la boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por sus fauces.

Se abrió la tierra y se tragó a Datán; sepultó a los seguidores de Abirán.

Por eso la muerte ensancha su garganta, y desmesuradamente abre su boca. Allí bajan nobles y plebeyos con sus juergas y diversiones.

Los descendientes de Coat en línea directa fueron: Aminadab, Coré, Asir,

Señor, Dios de mi salvación, día y noche clamo ante ti.

Señor, tú has sido bondadoso con esta tierra tuya al restaurar a Jacob;

¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor de los Ejércitos!

Además, vieron lo que hizo a Datán y Abirán, hijos de Eliab el rubenita, pues en presencia de todo el pueblo hizo que la tierra se abriera y se los tragara junto con sus familias, sus tiendas de campaña y todo lo que les pertenecía.

«Nuestro padre murió sin dejar hijos, pero no por haber participado en la rebelión de Coré contra el Señor. Murió en el desierto por su propio pecado.

Pero si el Señor crea algo nuevo, hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal manera que desciendan vivos a los dominios de la muerte; entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.

Cada uno de ustedes se acercará al Señor con su incensario lleno de incienso, es decir, se acercarán con doscientos cincuenta incensarios. También tú y Aarón llevarán los suyos.

Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado.

Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos;

Bajaron vivos a los dominios de la muerte, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad.

Con todo, catorce mil setecientas personas murieron por la plaga, sin contar las que perdieron la vida por causa de Coré.

En esa ocasión, la tierra abrió su boca y se los tragó junto con Coré, muriendo también sus seguidores. El fuego devoró a doscientos cincuenta hombres, y este hecho los convirtió en una señal de advertencia.

Y dirán: «Así como se esparce la tierra cuando en ella se abren surcos con el arado, así se han esparcido nuestros huesos a la orilla del sepulcro».

La tierra se quiebra, se desintegra; la tierra se agrieta, se resquebraja; la tierra tiembla y retiembla.

«Asegúrense de que los clanes de Coat no vayan a ser eliminados de la tribu de Leví.




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