Además, vieron lo que hizo a Datán y Abirán, hijos de Eliab el rubenita, pues en presencia de todo el pueblo hizo que la tierra se abriera y se los tragara junto con sus familias, sus tiendas de campaña y todo lo que les pertenecía.
Pero si el Señor crea algo nuevo, hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal manera que desciendan vivos a los dominios de la muerte; entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.