Para estos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquellos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?
Él reconstruirá el Templo del Señor, se revestirá de majestad y se sentará a gobernar en su trono. También un sacerdote se sentará en su propio trono y entre ambos habrá armonía”.
Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros y se le darán estos nombres: Consejero Admirable, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.