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Referencias Cruzadas

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Números 1:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El Señor habló a Moisés en el desierto de Sinaí, en la Tienda de reunión, el día primero del mes segundo, en el segundo año después de que los israelitas salieron de Egipto. Le dijo:

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15 Referencias Cruzadas  

Yo me reuniré allí contigo en medio de los dos querubines que están sobre el arca donde están las tablas del pacto. Desde la parte superior de la tapa del arca te daré todas las instrucciones que habrás de comunicarles a los israelitas.

Los israelitas llegaron al desierto de Sinaí el primer día del tercer mes de haber salido de Egipto.

El Señor habló a Moisés en el desierto de Sinaí, en el primer mes del segundo año después de la salida de Egipto. Le dijo:

Estos son los mandamientos que el Señor dio a Moisés para los israelitas en el monte Sinaí.

El Señor llamó a Moisés y le habló desde la Tienda de reunión. Le ordenó

Fue así como el santuario se instaló el día primero del mes primero del año segundo.

«En el día primero del mes primero, levanta el santuario, es decir, la Tienda de reunión.

Salomón comenzó a construir el templo del Señor en el cuarto año de su reinado en Israel, en el mes de zif, que es el mes segundo. Habían transcurrido cuatrocientos ochenta años desde que los israelitas salieron de Egipto.

y el día primero del mes segundo reunieron a toda la comunidad. Uno por uno fueron registrados por clanes y por familias patriarcales. De este modo, quedaron anotados los nombres de todos los varones mayores de veinte años,

Después de partir de Refidín, se internaron en el desierto de Sinaí y allí en el desierto acamparon, frente al monte,

De pronto, el Señor dijo a Moisés, Aarón y a Miriam: «Salgan los tres de la Tienda de reunión». Y los tres salieron.

El día primero del mes undécimo del año cuarenta, Moisés declaró a los israelitas todo lo que el Señor había ordenado por medio de él.

Bien saben que el Señor su Dios los ha bendecido en todo lo que han emprendido, y los ha cuidado por todo este inmenso desierto. Durante estos cuarenta años, el Señor su Dios ha estado con ustedes y no les ha faltado nada.

Habían pasado treinta y ocho años desde que salimos de Cades Barnea hasta que cruzamos el arroyo Zéred. Para entonces ya había desaparecido del campamento toda la generación de guerreros, tal como el Señor lo había jurado.




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