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Referencias Cruzadas

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Mateo 8:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

—Mira, no se lo digas a nadie —dijo Jesús—; solo ve, preséntate al sacerdote y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.

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31 Referencias Cruzadas  

Al verlos, les dijo: —Vayan a presentarse a los sacerdotes. Resultó que, mientras iban de camino, quedaron limpios.

—No se lo digas a nadie —ordenó Jesús—; solo ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación lo que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.

Jesús ordenó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más se lo prohibía, tanto más lo seguían propagando.

Y recobraron la vista. Jesús les advirtió con firmeza: —Asegúrense de que nadie se entere de esto.

Si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos».

Él dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido y les mandó que dieran de comer a la niña.

Mientras bajaban de la montaña, Jesús les encargó: —No cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del hombre se levante de entre los muertos.

Por mi causa los llevarán ante gobernadores y reyes para dar testimonio a ellos y a los gentiles.

»Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa.

»No piensen que he venido a anular la Ley o los Profetas; no he venido a anularlos, sino a darles cumplimiento.

Agradó al Señor, por amor a su justicia, hacer su ley grande y gloriosa.

Yo no busco mi propia gloria; pero hay uno que la busca y él es el juez.

El que habla por cuenta propia busca su vanagloria; en cambio, el que busca glorificar al que lo envió es una persona íntegra y sin maldad.

»No acepto que la gente me dé gloria.

Así tendrán ustedes la oportunidad de dar testimonio ante ellos.

Jesús ordenó que no hablaran a nadie acerca de él.

Luego ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo.

—Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —contestó Jesús. Entonces Juan consintió.

»Pero ustedes cuídense. Los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. Por mi causa comparecerán ante gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos.

y el área afectada tenga un color verdusco o rojizo, se trata de una infección de moho, y deberá mostrársele al sacerdote.

Pero él les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él.

Mientras bajaban de la montaña, Jesús ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre se levantara de entre los muertos.

Además, de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.

Los padres se quedaron atónitos, pero él les advirtió que no contaran a nadie lo que había sucedido.

Jesús ordenó terminantemente que no dijeran esto a nadie.




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